¿Cómo pueden afectar las elecciones estadounidenses a las empresas de pequeña y mediana capitalización?
2024 ha demostrado una vez más que todo es posible. Solo en julio, presenciamos la mayor crisis informática del mundo, un intento de asesinato contra Trump y el cambio de candidato a la presidencia del Partido Demócrata, un hecho histórico, ya que desde Lyndon B. Johnson en 1968 ningún otro presidente en funciones había retirado su candidatura a la reelección. La vicepresidenta Harris será, en principio, la encargada de recoger el testigo de Biden como candidata de los demócratas. Aunque las encuestas previas al cambio señalaban a Trump como claro favorito, no hay que subestimar a Harris que, según los últimos sondeos, va escalando posiciones. Las próximas semanas serán clave para que el Partido Demócrata se recupere del debate presidencial de junio.
Los inversores deben tener en cuenta que, si bien la política puede generar volatilidad, esta suele ser a corto plazo y, lo que es más importante, la economía suele tener más peso que la política.Desde la administración de Hoover, el S&P 500 ha obtenido una rentabilidad media anualizada del 6,2% cada año electoral1. Y, aunque el Russell 2500 no tiene datos que se remonten a los años 30, desde su creación en 2003, ha superado al S&P 500 cada año electoral2. En definitiva, ambos candidatos quieren una economía fuerte, lo que beneficiará a las empresas de pequeña y mediana capitalización de EE. UU., el motor económico del país.
¿Cuáles son los vientos de cola actuales para la renta variable estadounidense?
En nuestra opinión, las empresas en las que invertimos —de alta calidad, con ventajas económicas duraderas y competitivas, y un crecimiento sostenible— seguirán funcionando, viva quien viva en la Casa Blanca. Identificamos una serie de factores favorables para la cartera, como el onshoring, que han fomentado las regulaciones del Gobierno de Biden (y que probablemente mantendría Harris), pero que introdujo Trump en 2016. Nuestra sobreponderación en industria, tecnologías de la información y materiales es un reflejo de esto.
En lo que respecta a la cartera, no hemos modificado significativamente nuestro posicionamiento tras el cambio del candidato demócrata. Estas son las cuartas elecciones en EE. UU. a las que se enfrenta el equipo desde que se creó y, durante ese tiempo, la estrategia ha superado al índice de referencia y, además, lo ha hecho todos los años naturales en mercados bajistas.3
Las elecciones suelen generar mucho ruido; sin embargo, es importante no distraerse demasiado y centrarse en los fundamentales de las empresas. En nuestra opinión, el medio plazo favorecerá a los tipos de empresas en las que invertimos y seguiremos ofreciendo a nuestros clientes y sus carteras una buena rentabilidad compuesta ajustada al riesgo.
Los inversores deben tener en cuenta que, si bien la política puede generar volatilidad, esta suele ser a corto plazo y, lo que es más importante, la economía suele tener más peso que la política.
¿Es sostenible la reciente rotación hacia valores de pequeña y mediana capitalización?
Desde principios de julio, la moderación de la inflación, los datos económicos y el discurso de Jerome Powell han llevado al mercado a anticipar de nuevo recortes en los tipos de interés. Esto ha favorecido el resurgimiento de los valores estadounidenses de pequeña y mediana capitalización, que tienden a ser más sensibles al ciclo económico y dependen más del apalancamiento que sus homólogos de mayor capitalización.
En nuestra opinión, la ampliación de las operaciones comerciales, mediante la reinversión de los beneficios de los «siete magníficos» en una sección más amplia del mercado, seguirá basándose en la significativa brecha de valoración que hay entre las empresas de megacapitalización y sus competidores de menor capitalización mucho más asequibles. La magnitud de esta brecha, que es aproximadamente de más del 25%, es rara en un contexto histórico. Es probable que el cambio de tendencia de los beneficios durante los próximos trimestres suponga un cambio en el liderazgo del mercado y que las empresas líderes de los últimos años no lleguen a liderar el mercado en el futuro. El repunte de los siete magníficos en el segundo trimestre de 2024 parece alargarse, a pesar de sus sólidos fundamentales, ya que ahora cotizan con una ratio precio-beneficio a plazo combinada de 41 veces. Esto podría hacerles vulnerables en la segunda mitad del año, en ausencia de una aceleración del crecimiento de los beneficios. En cambio, las acciones estadounidenses de pequeña y mediana capitalización están cotizando con descuentos históricos con respecto a la gran capitalización y los registros anteriores. Tienen una mayor exposición nacional y suelen crecer más rápido, por lo que deberían beneficiarse del aumento de fusiones y adquisiciones con el tiempo.