Pensamos que el regreso de las vacaciones era el momento adecuado para recordar cómo los inversores con una especial inclinación geográfica han obtenido resultados positivos en la carrera por la rentabilidad.
¿Quién hubiera imaginado a principios de año que en lo más alto de la clasificación estaría… el índice MSCI Corea?
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Figura 1: Asia obtiene un rendimiento superior
Dado que la mayoría de las empresas coreanas siguen cotizando por debajo de su valor contable y los inversores globales las infravaloran, vemos margen para una nueva subida de rating.
Subestimados, poco apreciados y descuidados. Hasta hace poco, esta era la historia de los valores bursátiles coreanos. Hoy en día, la situación está empezando a cambiar y el rendimiento del 42,9 % registrado desde principios de año (que supera con creces incluso al del oro, el favorito de las materias primas, con un rendimiento del 28 %) es testimonio de una nueva conciencia del valor oculto de las acciones coreanas.
El principal catalizador ha sido la aprobación de una nueva ley sobre el deber fiduciario que, por primera vez, ha abordado algunas anomalías evidentes y arraigadas en el gobierno corporativo. Históricamente, estas anomalías han sido poco ventajosas para la mayoría de los accionistas y han supuesto un freno estructural fundamental para las valoraciones.
Otros protagonistas positivos desde principios de año son China (25,3 %), los mercados emergentes (17,9 %) y Asia ex Japón (también con un 17,9 %). Se trata de datos positivos para el equipo de Federated Hermes Asia ex-Japan, ya que, según el enfoque bottom-up contrarian centrado en la relación precio-valor, estas han sido sus principales sobreponderaciones geográficas1.
De cara a la segunda mitad del año, el equipo se muestra optimista y cree que en Asía ex Japón hay buenas posibilidades de crecimiento, gracias a tres factores clave:
1) Corea: un potencial sin explotar
Incluso dejando de lado los excelentes rendimientos de este año, creemos que las acciones coreanas aún tienen margen de crecimiento. Más del 70 % del índice tiene una relación P/E inferior a 1, mientras que más del 30 % del índice tiene una relación P/E inferior a 10, lo que convierte a Corea en uno de los mercados bursátiles más baratos a nivel mundial.
En este sentido, creemos que la cuestión del gobierno corporativo sigue desempeñando un papel importante como factor impulsor para el futuro. Prevemos más reformas, entre ellas una mayor protección de los accionistas minoritarios, modificaciones en los impuestos de sucesión e incentivos para las empresas con mayores ratios de distribución de beneficios o que cotizan por debajo de su valor contable.
Dado que la mayoría de las empresas coreanas siguen cotizando por debajo de su valor contable y que los inversores globales las mantienen infraponderadas, vemos margen para una mayor subida. Otro elemento que nos hace ser optimistas es la valoración por parte del gobierno de otras medidas, como la cancelación de acciones propias y los incentivos fiscales para los dividendos.
2) China: fuerza selectiva en un momento de transición
China sigue siendo un país en el que apostar. A pesar de los retos a corto plazo, entre los que se incluyen las presiones deflacionistas y el aumento de los aranceles estadounidenses, vemos oportunidades interesantes respaldadas por valoraciones bajas, beneficios en fase de estabilización y una mayor eficiencia del capital. La economía está atravesando una transición significativa: la cuota del sector inmobiliario en el PIB está disminuyendo, mientras que la alta tecnología y el sector manufacturero avanzado están ganando terreno.
China está emergiendo como líder mundial en vehículos eléctricos (VE), electrónica de consumo, energías renovables y semiconductores. En el campo de la inteligencia artificial (IA), combina hardware de primer nivel con sólidas capacidades de software, sólo superadas por Estados Unidos. Nos alienta el aumento de los dividendos y las recompras, que indican un enfoque más favorable para los accionistas. Aunque el sentimiento macroeconómico sigue siendo de cautela, la composición del índice difiere significativamente de la economía en general, lo que crea oportunidades para los inversores selectivos y bottom-up.
3) Valoraciones de la cartera: la disciplina genera oportunidades.
Como inversores contrarian, nos centramos en la disciplina de los precios, buscando empresas infravaloradas con fundamentos sólidos. Aunque no podemos controlar las tendencias del mercado, sí podemos controlar el precio que pagamos.
Hoy en día, nuestra cartera cotiza con una relación precio-beneficio de 10 y una relación precio-valor contable de 1.
Nuestras 10 primeras posiciones son empresas de alta calidad que cotizan con valoraciones interesantes. Esta combinación de múltiplos de entrada bajos y mejora del sentimiento en nuestros mercados clave nos hace confiar en las perspectivas para la segunda mitad de 2025 y nos coloca en una posición favorable para ofrecer valor a largo plazo a nuestros inversores.
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