El stewardship de los inversores está llegando a su mayoría de edad. Históricamente, se ha centrado en fomentar la divulgación de información y lograr mejoras en gobierno corporativo. Los críticos podrían sugerir que esto, a menudo, ha inducido a los consejos de administración de las empresas a mostrarse reacios al riesgo en su asignación de capital, actitud que reflejan en el modo en que intentan satisfacer las crecientes exigencias múltiples de los inversores, especialmente en torno a la sostenibilidad. A medida que las disrupciones climáticas y tecnológicas continúen manifestándose de manera implacable, las empresas (si quieren ser relevantes para el futuro) se verán obligadas a invertir en productos cuya rentabilidad distará mucho de ser segura. En consecuencia, el stewardship de los inversores deberá evolucionar y, en lugar de actuar como un freno a la inversión, materializado en la aversión al riesgo del que hacen responsables a los consejos de administración, deberá trabajar en colaboración con ellos y capacitarlos para invertir en un crecimiento sostenible y rentable.
Si continúan las tendencias en curso (especialmente en Europa) en materia de regulación e inversión sostenible, aunque sean bien intencionadas, no solo no lograrán su objetivo de combatir el lavado de imagen ecológico, sino que también ahogarán la inversión en la economía verde. Por ejemplo, el desarrollo y la implantación de etiquetas de inversión sostenible impondrán a los gestores de inversiones una importante carga a la hora de rendir cuentas. No obstante, debido a la subjetividad inherente de lo que significa la sostenibilidad, es improbable que estos elementos aclaren a un inversor minorista o institucional en qué está invirtiendo y es igualmente improbable que produzcan el cambio deseado en el comportamiento de inversión de las empresas. Otros efectos secundarios no deseados será la creación de un universo de inversión restringido, que no beneficia a los inversores. Pretender regular el stewardship de los inversores de una manera prescriptiva lo convertirá en un mero ejercicio de marcar casillas y mermará su eficacia. En cambio, los gestores de inversiones deberán conservar cierta libertad y capacidad para contar lo que hacen y rendir cuentas a sus clientes de su eficacia.
EOS en breve
Fuente: EOS in Federated Hermes Ltd. Datos desde 1 de enero al 31 de octubre 2024.
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